"When I was a little girl I had an imaginary friend, and when I grew up, he came back. He's called the Doctor."
Sinopsis: Amy Pond, una pequeña niña de raíces escocesas, recibe la inesperada visita de un personaje misterioso y peculiar, aterrizando junto a una cabina telefónica azul en el jardín de su casa a altas horas de la noche. Se hace llamar el Doctor, un Señor del Tiempo que viaja a través del tiempo y el espacio con ayuda de su querida TARDIS. Amy no lo sabe, pero el Doctor cambiará su vida para siempre.
Y volvemos a hablar de El Doctor. Ese peculiar personaje que visita los confines del universo, lucha contra fuerzas alienígenas y salva incontables veces a la Tierra. Esta vez, abandona el aspecto del actor David Tennant para reencarnarse en su nuevo yo, el de Matt Smith. Dejando atrás la era de Russell T. Davies, Steve Moffat se queda a cargo de los grandes cambios de la serie a partir de la quinta temporada, con una nueva reencarnación que deja atrás al grandioso Tennant, considerado el Doctor de la serie moderna hasta ahora. ¿Pues sabéis? Yo misma he dudado: ¿el décimo o el undécimo? Porque, sinceramente, Matt Smith me ha sorprendido gratamente. No es que haya superado a Tennant, tampoco quiero llegar a esos extremos. Pero puedo decir que consiguió que su Doctor, el de la pajarita (Bow ties are cool!), se nos quedara en el corazoncito. Y no exagero.
Tras poco de reencarnarse, tiene un aterrizaje de emergencia junto a su TARDIS en el patio trasero de la casa donde vive Amelia Pond (Karen Gillan), una pequeña niña pelirroja que perdió a sus padres y vive con su tía. A partir de ese momento, Amy se convertirá en la nueva compañera del Doctor. Apodada por él mismo, "la chica que esperó".
Si bien no me quiero explayar demasiado en la trama para no dejar spoilers innecesarios a los lectores –escuchad ese spoilers con la sensual voz de nuestra adorada River Song–, decir que, para mí, la quinta, sexta y séptima temporada, en lo que consta toda la historia de Amy y su prometido, Rory (Arthur Darvill), han sido de lo mejor que he visto de Doctor Who hasta la fecha. Quizás sea favoritismo por el claro enfoque romántico en de estas dos temporadas –admito que me podía la trama en ese aspecto–, pero aviso que no por ello a El Doctor se le deja de lado.
Al contrario, el trío conformado por él, Amy y Rory se me ha hecho bastante fresca, divertida y "angustiosa" en más de una ocasión. Y digo esto último en comillas porque, a mi parecer, algunos aspectos se hacían algo repetitivos. No quiero decir exactamente qué es a lo que me refiero con la "angustia", pero muchos Whovians sabrán que me refiero a algo que sucede muy repetidamente y que, si se hubiesen extendido más con la historia de la pareja, me habría resultado hasta cansino. Sin embargo, la magia de la serie hace olvidar todo eso y disfrutar con casi todos los capítulos. Y digo casi todos porque es obvio que toda buena serie tiene sus capítulos flojos, es algo inevitable. Pero Doctor Who carece de ellos en su mayoría y eso gusta bastante.
Aunque en la quinta temporada no se ve a los secundarios tan implicados en la trama, la cosa cambia con la sexta y séptima. Mis favoritos, sin duda, fueron Madame Vastra, su doncella y esposa Jenny Flint, el gracioso y adorable Craig... sin olvidarme, por supuesto, de la gran River Song (Alex Kingston). Ésta última cobra un protagonismo muy importante y sorprendente en la historia. Tan importante que mencionaros una mínima parte de su historia en estas últimas temporadas os supondría unos spoilers muy gordos. Agradecedme que me estoy conteniendo con la mayor parte de la trama.
No sólo sufrió cambios el mismo Doctor: la TARDIS se remoderó por dentro, el destornillador sónico pasó de su característica luz azul a un parpadeo verdoso. ¡Y los enemigos no iban a ser menos! Los Daleks, por ejemplo, también habían evolucionado. Aunque debo coincidir con algunos blogueros que los nuevos Daleks parecían saleros... xD sinceramente, me gustaba más el diseño del clásico Dalek. Pero sin duda alguna el enemigo que más me ha impresionado hasta la fecha en Doctor Who ha sido el Silencio. Provocándome un miedo tan atroz que jamás imaginé que los ángeles llorones se quedaran atrás. Poniéndose al nivel de el Amo, o incluso superándolo.
Por supuesto no olvidar los especiales de Navidad, donde "Cuento de Navidad" se ha convertido hasta ahora en MI especial de Navidad de Doctor Who por excelencia. Soy de lágrima fácil, lo admito. Pero rememorar el famoso cuento de Charles Dickens en Doctor Who es digno de mención. Ni tampoco dejar olvidados los cortos especiales "Pond Life", con los que me he reído hasta decir basta. ¡Sin dejar atrás el encuentro de Amy y El Doctor con Van Gogh, otro de mis capítulos preferidos hasta la fecha.
Dejando eso aparte, a mitad de la séptima temporada comenzamos tras un final emotivo de la pareja Pond –aunque no todo lo digno que cabría esperar del final de Amy y Rory, a mi parecer pudo ser mucho más–, con un Doctor que persigue el misterio de una joven que responde por el nombre de Clara Oswald (Jenna Coleman), la cual aparece en diversos momentos del tiempo y el espacio, siendo exactamente la misma chica y a quien el Doctor la apoda como "la chica imposible". Amy me encantó, pero debo admitir que he conseguido identificarme más con la personalidad de Clara. ¡Es una muchacha taaan adorable! <3
La séptima temporada decía adiós a Amy y Rory Pond para dar paso a Clara, y aunque echo de menos a la pareja favorita de el Doctor, no puedo evitar derretirme con las inocentes reacciones de Clara, y aún así muestra ser una gran compañera para el Doctor en todo momento.
No sabría seguir sin soltar spoilers a mansalva. El final de la séptima temporada nos enseñó lo que es el inicio del Especial 50 Aniversario, The Day of the Doctor, el cual se estrenará este próximo 23 de Noviembre. ¡Y promete demasiado! Después de engañarnos durante todo este tiempo con algún detalle en concreto y con el nombre del último capítulo de temporada (The Name of the Doctor), todos los Whovians estamos ansiosos con ver el especial. Y más si tenemos confirmados a David Tennant, Billie Piper de nuevo en su papel como Rose Tyler... ¡¡y notición con Catherine Tate volviendo a encarnar a nuestra querida Donna Noble!! Es sólo estar escribiendo estas líneas y que se me ponga la carne de gallina sólo de pensar que queda poquísimo para el estreno.
En resumen, el Doctor vuelve a impresionarnos con sus aventuras, mostrando de nuevo esa humanidad que tanto le caracteriza y odiando los conflictos y las guerras. Matt Smith ha conseguido crear un nuevo Doctor, sin dejar atrás los estereotipos principales del personaje. Sus compañeros han sabido ponerse a la altura de los anteriores, la serie no ha perdido su encanto. Han mejorado los efectos especiales, la banda sonora sigue siendo una delicia... en fin, una maravilla. Es el Doctor, ¿qué esperáis para convertiros en Whovians? =)
Lo mejor: Matt Smith. El guión a partir de la sexta temporada. El Doctor, Amy y Rory Pond. Pond Life. La mejora de los efectos especiales, la banda sonora. River Song y su relación con el Doctor. Craig. El Silencio. Cuento de Navidad. The Name of the Doctor. Clara Oswald.
Lo peor: Comparando las tres temporadas, quizás la quinta estuvo un tanto floja. Sucesos algo repetitivos en la quinta y sexta temporada. El final de Amy y Rory podría haber sido más memorable si hubieran rodado una escena en especial, que con suerte nos llegó en forma de storyboards.
Puntuación:
9/10
¡Recordad, un blog se alimenta de vuestros comentarios! ¡Gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario