jueves, 16 de junio de 2016

Memorias de mi 2015 y un trocito del 2016

(Entrada escrita a 1 de Febrero del 2016 en plataforma Wordpress)

Igual que el año pasado, coincido día 1 de Febrero para hacer un resumen sobre mis experiencias del 2015 y, debido al motivo de atrasar (como siempre) las entradas especiales de año nuevo, también añado un poquito de lo sucedido durante principios del 2016.

Si bien el año pasado fui mes por mes, contando cada minucioso detalle que mi cabeza lograba recordar sobre lo acontecido cada treinta días, esta vez quiero relatar sobre la marcha, sin un orden establecido. Incluso me encantaría comenzar contando cómo me encuentro ahora.

Porque no sabéis lo feliz que me siento ahora mismo en mi puesto de trabajo. Estoy rodeada de compañeros y compañeras, tanto enfermeros, médicos como auxiliares, que me valoran bastante, pacientes que consiguen arrancarme una sonrisa constantemente y una jefa de planta muy, pero que muy maja. He aprendido mucho durante este mes y siento que poco a poco estoy consiguiendo alcanzar mis propósitos.

El pasado 22 de enero se cumplió un año de la entrevista que hice en Madrid para trabajar aquí, en Inglaterra. Si bien no recuerdo ya el nombre del hotel donde nos reunimos con las enfermeras del hospital, sí que voy a acordarme de los nervios previos, repasando una y otra vez los improvisados apuntes que me había preparado para la entrevista, mientras que en la tele se emitía la película más bizarra que podría escuchar de fondo la noche antes de algo tan serio (al menos para mí sí que lo era), El Día de la Bestia. Tras una noche de insomnio y amanecer a primera hora de la mañana, sin más alimento en el estómago que un vaso de leche y una o dos galletas con desgana a causa de los nervios, Laura y Salvi me acompañaron al hotel, despidiéndose de mí y deseándome la mayor de las suertes.

¡Quién me iba a decir a mí que, tras cuatro eternas horas, iba a salir del hotel con un contrato bajo el brazo! La euforia era insostenible, por fin iba a poder trabajar de enfermera, y en el sector público de un país extranjero, ¡ni más ni menos!

Las semanas siguientes fueron espantosas, para qué nos vamos a engañar. Tuve que preparar un montón de papeleo, entre ellos descubrir qué vacunas faltaban en mi cartilla (pues ésta era un mísero papel cutre del colegio que daba lugar a cientos de dudas acerca de las dosis), y lo mejorcito de todo era que no estaba registrado en ningún sitio. Para colmo, tuve que trasladarme a Cáceres para terminar un par de cosas que no podían hacerse en Badajoz. Ese día acabé tirándome de los pelos porque no paré de moverme entre bancos, oficinas y mil historias a las que se sumaban más problemas a medida que pasaban las horas. Finalmente, y gracias a que mi señor padre vino conmigo, conseguimos todo lo que necesitaba para enviar a la empresa que me estaba ayudando a tramitar los papeles con el hospital. Incluso recuerdo que hubo más de un problema días después con traducciones, cartas de recomendaciones… inevitablemente caí con fiebre, bajo la alarmante cifra de 39 grados.

Todo consiguió mejorar con la sorpresa que me preparó mi señor, el científico malvado. Apareció por sorpresa en Badajoz y pasamos dos semanas juntos, disfrutando y celebrando que ambos habíamos conseguido cumplir nuestras metas para el 2015, pues él había logrado terminar, al fin, su ingeniería. Orgullosa no, lo siguiente:)

Marzo fue un mes de transición, preparando más historias, comprando maletas, preguntando dudas a los enfermeros que ya llevaban trabajando en Huddersfield desde Enero…

Llegó el gran día y, tras muchas despedidas, cada cual más dolorosa (pude incluso hacer una escapada de tres días a Algeciras), mis padres y yo nos dirigimos a Málaga, donde el 10 de Abril cogería el avión con Noelia, quien fue la persona con la que compartí de forma más cercana la experiencia de pisar por primera vez el extranjero para trabajar.

No es fácil. El día antes de embarcar me quedé sola en la habitación del hotel donde nos quedábamos, me miré al espejo y no pude evitar hacerme la pregunta: ¿Qué estoy haciendo? Estaba a punto de irme a un país desconocido, con gente desconocida, dejando atrás a mi familia, a mis amigos de toda la vida, a mi pareja, todo lo que quería… por un trabajo.

Pero gracias a la experiencia de algo completamente nuevo para mí, el viaje a lo desconocido, ese chute de adrenalina instaurado en el cuerpo, la emoción de querer llegar, unida a la cálida bienvenida de todos los demás… aquella sensación de malestar desapareció.

Esta foto es demasiado épica
¡Hay gente tan diferente en el mundo! Éramos españoles, pero cada uno de un punto diferente de la península. Conviviendo juntos, te das cuenta de las manías de cada uno, de sus intereses, las costumbres de su tierra… creo que es algo maravilloso conocer gente nueva, y más con la cantidad de culturas entremezcladas aquí en Reino Unido (a pesar de que me cuesta bastante ser yo misma si no existe la suficiente confianza), aunque debo admitir que, a pesar de un primer mes lleno de quedadas, aventuras en las residencias y visitas al hospital, sentía que me faltaba algo.

Y es que es muy difícil si echas de menos a los de siempre. A día de hoy, sigo suspirando por las personas que siempre estaban ahí para ti, día tras día. Me considero una persona muy dependiente de los demás, especialmente con las que realmente siento que encajo más. No lo sé.

A pesar de ello, no me arrepiento de haber tomado la decisión de venir a trabajar.

En total han sido cinco las veces este año que he podido volver a España para estar cerca de los míos. En Junio tuve una boda en Ceuta, ni más ni menos, así que me cansé de hacer decenas de viajes en avión, autobús, barco… una locura, pero que se vio compensada estando con mi nene unos diez días, y además poder ver a mis padres aunque fuera un par de estos y visitar con ellos el centro de Madrid.

Tuve la mala suerte de no poder coger vacaciones en Agosto, por lo que me perdí el verano del 2015 y lo pasé en Huddersfield, si bien con una temperatura máxima de 23 grados que sólo te permitía desquitarte de la cazadora por una temporada y dar gracias (admito que soy friolera de nacimiento). Sin embargo, tras pasar por tres habitaciones de residencia, finalmente nos mudamos a una casa inglesa entre cuatro personas.

No os voy a mentir: la convivencia da asco (xDD). ¡Que no, hombre! No me malinterpretéis, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero siempre sale a lucirse las malas, porque somos humanos y solemos pensar así. No es lo mismo vivir con alguien que conoces de toda la vida que con alguien que vas descubriendo día tras día. Aún así, puedo decir que tengo unos compañeros de piso decentes (y buena gente, muy en el fondo jejej) y que, aunque de vez en cuando tenemos nuestras batallitas campales, la convivencia se lleva bien y nos apoyamos unos a otros si es necesario.

En Septiembre y en Octubre pude visitar Badajoz y Madrid dos veces. Si bien la primera visita fue exageradamente corta y con cientos de planes acorde a que cumplía los 25 años, se compensó al mes siguiente con quince días de vacaciones que pude distribuir mejor.

Creo que la vuelta tras estas vacaciones y el mes de Noviembre fue la peor etapa del 2015. Empezaron los agobios, muchas noches de guardia, sueño alterado, echar exageradamente de menos a los de siempre. Por suerte, sólo fue un mes, y en Diciembre pude pasar un total de diez días con mi señor, celebrando el puente de la Constitución. Celebramos nuestras navidades particulares, nos regalamos muchas cosicas y nos dimos cuenta, con la tontería, de que ya llevábamos más de tres años juntos

Dejando el sentimiento empalagoso, fue la primera vez que pasaba las navidades lejos de casa. Si bien la última Nochebuena la pasé con la familia de mi señor, este año estuve rodeada de una docena de españoles que, al igual que yo, comenzaban sus vacaciones a finales de año, y quienes no trabajábamos la víspera de Navidad pudimos reunirnos para cantar, cenar y reír, olvidándonos por un momento de los kilómetros que nos separaban de los nuestros en unas fechas tan señaladas.

Cogí mi último avión a España el 1 de Enero, llegando a las tantas de la noche a Badajoz tras comerme unas doce horas de viaje entre tren, vuelo, metro y autobús. No me puedo quejar, pasé unos días en familia, con mi primo y mi prima pequeños que me los como a bocados❤ , disfrutando de juegos de mesa con mis padres y mi hermano reunidos en el brasero, con mi perrito a mis pies buscando calorcito… pude pasar el Día de Reyes con los míos de nuevo, que es sin duda mi día favorito de estas fiestas desde siempre. Volví a Inglaterra una semana después, algo melancólica, pero contenta y satisfecha.

Tras otro mes de esfuerzo, donde no han faltado las primeras nevadas del año en Huddersfield, puedo decir que ha sido un año diferente, emocionante y divertido, pero en el cual me ha faltado mucho de esas personas que son tan importantes para mí debido a lo que supone estar aquí.

Sólo espero que el año que viene sea igual o mil veces mejor que éste que dejo atrás y que nunca olvidaré. Ha habido momentos malos, como la muerte de un ser querido y de un animal que se encontraba viejo y cansado de tanto jugar durante sus diez años de vida, un suceso que me rompió el corazón...

Pero también ha habido momentos maravillosos, y eso no lo voy a olvidar.

Le doy las gracias a mi familia por estar ahí siempre, en especial a mi madre, que nunca deja de tener un momento para mí cuando me encuentro mal. También a mis amigos y amigas de toda la vida, a las que echo mucho de menos esos fines de semana solitarios. A la gente de Madrid, con la que he tenido la oportunidad de pasar más tiempo gracias a mis visitas. A todos mis compañeros de Huddersfield, que han hecho mi estancia aquí más llevadera y divertida. Y, por supuesto, a la persona que siempre ha apostado por mí y es lo más importante que tengo a día de hoy. Te quiero, peque.

Y eso es todo. No busco que la gente sienta interés en mi vida personal, pero escribir el año pasado mis experiencias del 2014 y leerlo un año después, hace que te sientas feliz de recordar cosas que habías dejado olvidadas por el camino.

Siempre he deseado seguir adelante con el blog, aunque no sé todavía cómo hacer para conseguir con él cierta estabilidad, escribir semana tras semana y no una vez cada tres meses. Espero que, con el tiempo, pueda lograrlo.

Gracias a los que hayan leído hasta aquí, ¡hasta la próxima entrada!

domingo, 12 de junio de 2016

Año nuevo y cambio de servidor, ¡Las Crónicas están de vuelta!

(Entrada escrita a 26 de Enero del 2016 en plataforma Wordpress)


Han pasado muchos meses desde que escribí por última vez en el blog. Por varios motivos no tenía demasiado tiempo libre, y cuando disponía de él sólo quería descansar y olvidarme de tener responsabilidades, a pesar de que nunca he pensado en este blog como una tarea mayor, sino un sitio dondeescribir por el mero gusto de hacerlo. A finales de diciembre pensé en volver a dar señales de vida con la venida del 2016, pero no fue hasta mediados de enero cuando decidí que ya iba siendo hora de volver a asomar la cabeza por aquí.

Sin embargo, algo también retrasó mi regreso aparte del trabajo y mi falta de organización (¡si es que soy un desastre!), y fue algo que me dolió mucho tanto a mí como a muchas personas del mundillo: la eliminación de los tres blogs de Magrat. Muchos la conocéis por el mundo de Blogger y Youtube por ser una adicta a los libros, al anime y al manga, pero ante todo una experta en el period drama y en la literatura fantástica y de época. A partir del desagradable suceso por el que tuvo que nuestra bruja del Mundodisco yo estuve dudando si seguir o no en la plataforma Blogger durante unos días. Tantos años de esfuerzo y entradas llenas de cariño y recuerdos… ¿iban a ser eliminadas algún día, así sin más, sin ningún tipo de explicación convincente?
Por ese motivo decidí mudarme a WordPress. Las últimas semanas estuve preparando y editando las entradas anteriores, comprobando que todas y cada una de ellas se habían trasladado sin problemas al nuevo servidor, aparte de administrar categorías y etiquetas (repito por segunda vez que soy un desastre y no había por donde coger la organización de los temas), y también modificar un tanto el diseño y darle un toque personal, aunque bastante sencillo dada las posibilidades que tengo ahora mismo con WordPress. ¡Sin embargo, estoy muy satisfecha con el resultado!
No prometo muchas entradas a lo largo de la semana, pero sí ser más constante y cuidar un poco más esos proyectos que he dejado de lado. Así pues, espero que siga habiendo gente que quiera leer mis relatosreseñas odesventuras, que yo estaré encantada de seguir escribiendo para vosotros.

¿Oh? ¿Que qué es de mí últimamente? Bueno, quien me siga por las redes sociales sabe que todavía resido en tierras inglesas, en una pequeña ciudad a media hora de Manchester y sigo trabajando de lo que más me gusta en una de las plantas de medicina geriátrica del hospital❤
Y también, intentando aprovechar esta experiencia lo máximo posible a pesar de la distancia con la gente de siempre, disfrutando del tiempo libre con mis compañeros huddersfilianos (me acabo de inventar la palabra, estoy segura) y cuando no es posible aprovecharlo yo de alguna manera si no quiero volverme loca… xDD
¡Nos leemos!
PD: Quiero aclarar que tanto el nombre de un blog como de otro (Las Crónicas de Nadhia y Crónicas de Magrat) ha sido una simple coincidencia. Es posible que se llegue a alusiones de que o yo he plagiado a Magrat (entiendo que pueda verse de esa manera por haberme mudado yo también a WordPress. De hecho, he tenido que hacer varios cambios en la plantilla porque prácticamente era la misma base inicial xD) o que ella me haya plagiado a mí (teniendo en cuenta que mis crónicas llevan más tiempo con ese nombre, lo cual se puede comprobar en alguna de mis entradas pasadas).

Sin embargo, podéis comprobar que la realidad no es así, y que a pesar de no conocernos mucho en lo personal, sí que me gustaría apoyarla con su blog y si es posible algún día poder colaborar con ella en algún proyecto (Youtube todavía lo veo demasiado lejano por mi notoria vergüenza a la cámara jajaj). Queda dicho por si hay malentendidos de algún tipo😉

jueves, 3 de septiembre de 2015

Always in this place.


Te quiero, enano
03/09/12


Someday in the future, we will look back
On your smile everyday
Our thoughs and feelings will combine to form a new World Line

viernes, 28 de agosto de 2015

AMViernes ▶ You're the one

No quería perder la costumbre con muchas de las secciones del blog, así que aprovechando que es viernes os traigo un nuevo AMV (Anime Musical Video), esta vez centrado en una de mis parejas favoritas de la animación japonesa, Edward y Winry, de Full Metal Alchemist. Las escenas pertenecen a la adaptación de Brotherhood, que resulta más fiel al manga original. Espero que os guste y disfrutéis del fin de semana y de los pocos días que quedan de Agosto... yo por lo general no he tenido un verano propiamente caluroso xDD


¡Recordad, un blog se alimenta de vuestros comentarios! ¡Gracias!

jueves, 27 de agosto de 2015

Mereció la pena


Más de cuatro meses han pasado desde que me despedí de este blog y de España para dar comienzo a lo que se ha convertido en una las mayores aventuras de mi vida hasta la fecha. Recuerdo las despedidas, las últimas semanas de papeleos, nervios, maletas y más nervios. Recuerdo el día que me despedí de mi hermano y de mi perro para marchar a Málaga y coger el vuelo que me llevaría a mi destino. Recuerdo ese momento en el que me quedé sola en la habitación del hotel, cuando el silencio se apoderó de mi espacio, me miré al espejo y el pánico comenzó a apoderarse de mí, preguntándome si todo esto valdría la pena. Recuerdo esa tarde en la que conocí a quien ha sido hasta el día de hoy mi compañera de residencia, de piso, de trabajo y de vida. Recuerdo esa cena junto a mis padres, a aquel camarero malagueño que no paraba de contar chistes en el restaurante del hotel. A esa noche que hablamos por primera vez recostadas en nuestras camas, compartiendo nuestros nervios, incertidumbres y miedos. 

Recuerdo la amarga despedida, las lágrimas y pasar el control para coger el avión.

¿Quién iba a decirnos a nosotras todo por lo que hemos pasado hasta ahora en Huddersfield? Desde llegar y conocer a tanta gente nueva, sufrir en nuestra primera residencia, hacer nuestras primeras compras por el centro con los demás, asistir a nuestras dos semanas de training, pisar por primera vez nuestra planta en el hospital, conocer la ciudad, su parque, su centro, su gente... conocernos los unos a los otros. Sufriendo la distancia de nuestros seres queridos, recibiendo el apoyo de todos. Comenzar a hacer turnos dobles de doce horas con un nivel B2 de inglés que, sinceramente, en Inglaterra no te sirve de nada, sobre todo si vienes a vivir al norte y conoces tantos, variados y pintorescos acentos que te hacen pensar si realmente sabías o no manejarte con el idioma antes de conocer todo esto. Para qué nos vamos a engañar, a día de hoy seguimos sufriendo con ello. Pero poco a poco, la cosa mejora. O eso creo. Jeje.

Recuerdo esa inesperada apendicitis y todos y cada uno de los presentes turnándonos para atenderte en todo lo que fuera posible. Recuerdo esas tardes y noches en el Warehouse, esas comidas en el Lord y esas visitas al Greenhead Park cuando el buen tiempo lo ha permitido. Recuerdo la noche que vimos por primera vez Eurovision fuera de España, y tuvimos la oportunidad de votar a nuestro propio representante.

Ayer italiano, hoy libanés... y pasado mis primeras noches de guardia. Recuerdo a muchos de mis pacientes, sus nombres, sus problemas, sus miedos. Y me daba cuenta, entonces, de que era una egoísta al pensar que yo lo estaba pasando mal cuando ellos debían acarrear con una enfermedad durante el resto de su vida, con las consecuencias irreparables de un accidente o lidiar con múltiples discapacidades. Y el esfuerzo que ponían, y ponen, en la rehabilitación.

Recuerdo mi visita a Leeds, una semana antes de volver a España después de dos meses. Se me hicieron tan cortos esos diez días... días donde hubo desde un concierto sinfónico de viajes en el tiempo en Madrid hasta una boda al otro lado del Mediterráneo. Regresé y lloré, con un sentimiento amargo y desagradable en el pecho. Pero que, con la rutina y vuestra compañía, fue desapareciendo.

Recuerdo una media de tres mudanzas dentro de dos residencias diferentes. Y llegó la cuarta y definitiva, para movernos aquí, a nuestra casa. Una casa al lado de un cementerio propiamente inglés, rodeados de mucho verde y gatos invasores. Y olores sospechosos.

Pero para qué nos vamos a engañar, es nuestro hogar, dulce hogar.

Y de esas últimas semanas hasta el día de hoy, me he propuesto nuevas metas, y he cumplido otras tantas: apuntarme al gimnasio, comer más variado y sano, mejorar poco a poco mi inglés y superar con creces mis primeras cinco noches de guardia como la segunda enfermera cualificada en mi planta. Y tras el último cambio de turno y dos días de descanso, rodeada de personas maravillosas y buenos momentos, he decidido que ya era hora de volver a mi blog y deciros que me siento a gusto aquí, que me encuentro bien y estoy disfrutando de la experiencia al máximo.

No os voy a engañar, ponerse a escribir conlleva un doble esfuerzo estando aquí. Tienes la responsabilidad de una casa que cuidar, unas relaciones que mantener y gente lejana a la que atender cuando el tiempo te lo permite. Y, por supuesto, dedicar un poco de tiempo para ti mismo y desconectar.

Pero quiero intentar que este blog siga adelante, que me siga viendo crecer y esforzándome por lo que decidí ser en la vida, una persona que cuida de las demás.

Quiero dejar algo claro: es duro. No todo es de color de rosa, y muchas veces nos venimos abajo, porque somos humanos. Tenemos derecho a preguntarnos qué narices hacemos aquí, en un lugar ajeno a nuestro idioma y costumbres, alejados de las personas que más queremos y nos quieren... 

Y a pesar de ello, echo la vista atrás y no me arrepiento de haber tomado esta decisión. 

Realmente, mereció la pena.

PD: ¿Os he dicho que me he vuelto adicta al té? Malditas y dulces costumbres británicas.