martes, 3 de septiembre de 2013

Él .

Hoy es 3 de Septiembre. Y por tanto, un día especial. Esta entrada contiene altas tasas de azúcar, así que siendo buena enfermera advierto a las personas diabéticas que se abstengan de leer lo que voy expresar aquí y a continuación. Sé que mi blog es un rincón personal pero que no debería excederme de entradas ñoñas, pero... ¡qué demonios! Un día es un día, y aunque sé que muchos me conocéis cómo de empalagosa puedo llegar a ser por Twitter, quería recoger en este sitio un puñado de mis sentimientos. El amor hacia una persona muy especial.

¿Chicas, nunca de pequeñas os habíais preguntado cómo sería vuestro príncipe azul? Yo centenares, miles, millones de veces. Como he dicho, soy una magdalena andante. Y soñadora, claro está. Cuando era una niña estaba enamorada de los héroes de mis cuentos, de los príncipes Disney y de todo aquel chico guapo de instituto del que estaba prendada la protagonista de un anime shoujo, acá Sailor Moon o La Familia Crece.

Nunca llegué a imaginar que esa persona que me estaba esperando durante años no sería el prototipo que imaginé desde que tenía memoria. Él no es un príncipe azul, ni mucho menos. 

"Me he enamorado de un científico malvado, el todopoderoso Ilustrísimo"

Pero no os dejéis engañar por el título de mi señor, pues detrás de esa extravagante personalidad se encuentra una persona amable, sincera, que siempre está dispuesta a darlo todo por la gente que le rodea. Este malvado archienemigo de los juegos Indie y los pimientos es un amante de todo lo bueno, Gamer y escritor al que todavía no se le ha dado una oportunidad, pero que de seguro sé que la habrá. Aunque algunas veces me haga de picar, debo admitir que tiene buen gusto para la mayoría de las cosas. Sin embargo, no está de más que yo esté ahí de vez en cuando para bajarle de las nubes, o él, porque suele ser al revés la mayoría de las veces. A pesar de parecer una persona más independiente que yo, es humano -o eso creo, puede que tenga dos corazones y yo no me haya enterado- y necesita del apoyo de todos, y especialmente del mío. 

A día de hoy no puedo estar ahí a tu lado para darte un fuerte abrazo. Si tuviese una Tardis, quizá... pero sabes, sería especial no sólo poder viajar con ella a través del espacio, sino también del tiempo y rememorar el pasado 3 de Septiembre de 2012, el día que decidí confiar en que iba a salir bien. O, ¿por qué no? Mostrarte los minutos antes de ese abrazo, el cómo perdí la maleta de la forma más inocente posible, las cantosas burlas de los patos, los primeros piques entre ambos. O nuestro primer beso.

El año pasado tomé una de las mejores decisiones de mi vida. Nuestra historia continúa, apenas acaba de empezar. En estos doce meses Habimaru se ha convertido en la persona más importante de mi vida. No sólo como pareja, es mi confidente, mi mejor amigo. Quien me ha apoyado durante todo este tiempo a pesar de los tropezones y los malentendidos, aceptándome tal y como soy.

Quien me ha regalado momentos inolvidables y ha soportado lo insoportable por mí. Que a pesar de todo, de lo torpe que puedo llegar a ser, siempre estás ahí para agarrarme de la mano, salvarme de la caída y no soltarme. Porque no me abandonas nunca.

Hoy te dedico la mejor de mis sonrisas y estoy impaciente por volverte a ver. Estos meses van a ser duros, pero sé que vamos a superarlo como todo por lo que hemos pasado desde que decidimos embarcarnos juntos en esta aventura llamada vida. 

No me importa cuanto cambien las cosas a nuestro alrededor ni lo que nos espere en el futuro, yo sé que quiero seguir a tu lado para siempre. 


Te amo, Javi. Gracias por este año tan especial, y por todos los que vendrán. 

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